A continuación el discurso del presidente alemán Christian Wulff, por estas navidades (2010).
Me he esmerado con la traducción en castellano (leer más abajo), esperando que cumpla los parámetros correspondientes a la traducción del original.
Christian Montero
¡Feliz Navidad, queridos conciudadanos!
En estos días de fiesta nos tomamos el tiempo para las personas que son importantes para nosotros. Nos alegramos de las visitas, cartas y llamadas telefónicas.
Sentimos que: Nos pertenecemos. Nos apoyamos mútuamente. Estamos interconectados.
La unión, la comunicación, la convivencia: lo que necesitamos en nuestras familias, en nuestras vidas privadas y en toda nuestra sociedad.
La unión, la comunicación, la convivencia, todo esto no sucede por sí mismo. Por lo tanto, tenemos que hacer algo. Nuestra sociedad vive de aquellos que ven donde son necesitados, de ellos que no necesitan pensar tres veces para apoyar y asumir responsabilidad.
Estas son algunas de estas personas que he invitado hoy de noche al Palacio de Bellevue. Ellos se han comprometido este año para los demás, juntos con los demás. Por diversas razones y motivos. Aunque todos son diferentes, depende de ellos y muchos otros que actúan como ellos, que nuestro país se mantenga unido: por la solidaridad y el estar el uno para el otro.
El Estado podrá, dentro de sus posibilidades apoyar financieramente en caso de emergencia a las personas necesitadas. Pero darle valor a alguien, darle a alguien una palmadita en el hombro, extender la mano a alguien: Para ello se necesita de gente, a la cual lo humano le es importante.
Se necesita gente como ellas:
Las personas que se preocupan por los niños en el barrio, incluyendo por supuesto, a las personas con discapacidad desde el principio.
Las personas que visitan a los enfermos, asi simplemente, porque es normal para ellos, porque es una alegria y un logro personal.
Las personas que participan activamente en una asociación, en el coro o en un grupo de voluntarios - y todo el mundo sabe: Ellos son siempre confiables.
Las personas que unen sus fuerzas con otros para poder realizar nuevas ideas. Aquellos que están disponibles a las instituciones, debido a que sienten responsalbes por su ciudad, por nuestro país, por nuestra democracia.
Quién se involucra tanto, recibe mucho a cambio. Los voluntarios viven más por cierto.
Nuestra sociedad es libre y colorida: Vivimos en mundos diferentes, somos diferentes en lo que se refiere a nuestra procedencia, a nuestra religión, a nuestra educación y a nuestros sueños de felicidad.
Para que una sociedad prevalezca con gente diversa, necesitamos en primer lugar: el respeto.
El respeto a la persona que es diferente de uno mismo. Y al reconocimiento de sus logros.
Respeto a los hijos y a sus necesidades. Reconociendo los logros de sus madres y padres. El respeto y el reconocimiento a los logros de los más ancianos.
Cada uno debe sentir: Yo pertenezco aqui, aqui se me necesita.
La unión, el entendimiento y la convivencia: Esto se aplica también a las relaciones con todos nuestros socios en todo el mundo. Nuestro país es muy respetado. Nuestra sociedad es libre y tolerante, nuestra fiabilidad con los países grandes y pequeños es apreciada. Presenciar esto es una experiencia agradable de mis encuentros con personas aquí y en nuestros viajes en el extranjero.
Mostramos solidaridad y estamos dispuestos a continuar asumiendo responsabilidad - incluso en Europa. Esperamos que nuestros socios hagan lo mismo. Todos deben hacer sus tareas.
Tenemos confianza en la integración europea y la fuerza de Europa.
Muchos de nuestros compatriotas son los soldados, policías o trabajadores de construcción en el extranjero con el fin de promover el desarrollo, garantizar la paz en el mundo y combatir el terrorismo. Nuestros pensamientos están con ellos y sus parejas, sus hijos y los padres que los extrañan, sobre todo en estos días especialmente.
A partir de la Navidad viene el mensaje de paz y confianza. Lo que hace 2000 años fué oido en los campos de Belén como un saludo de los ángeles a los pastores, es lo que anhelamos hoy para nosotros: Paz en la tierra.
Para Navidad les deseo a todos una convivencia más amplia - una familia y amigos que nos significan nuestro lugar de origen y el hogar. Deje que nos volvamos a encontrar una y otra vez, en aquello que nos une y nos mantiene unidos.
Se comienza desde pequeños.
Aquí en este árbol navideño cuelgan estrellas, en las cuales los niños han escritos sus deseos.
¿Sabe usted lo que la mayoría de los niños le gustaría de sus padres? Más tiempo.
Es el deseo de mis hijos también. Tomémonos el tiempo el uno al otro.
A todos ustedes les deseamos mi esposa y yo unas felices fiestas y un buen y exitoso año nuevo 2011.
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